miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ahhhh la Navidad

Es Navidad. Por lo que sé, no muchos de los que me rodean están felices estas fechas. Lo mismo me pasa a mí. En público, disimulamos. Es lo que toca. ¿Cómo vamos a admitir nosotros, que lo tenemos casi todo, que nos ha vencido la tristeza sobre todo lo demás? ¿Cómo vamos a asumir el egoísmo de no poder ser felices sin más? Por otro lado, la felicidad sin más es algo bastante necio, más patrimonio de ilusos y más  propio de inocentes, tipo niños. Aquí ya no quedan menores, todos tenemos culpas. Además, bien pensado, la pena es única arma de justicia distributiva que le queda al mundo. El consuelo de los desarrapados, que nos ven a nosotros, con todo o casi todo, sufrir como idiotas, conmovidos por los sueños que no se nos cumplen, por las pérdidas, por la desidia de una vida que no se ha amolda al molde que creímos poder inventar para ella. 
Eso sí, en este pequeño rincón podemos mandarlo todo a la mierda, olvidarnos de nuestra suerte, y escribir: me cago en la puta! Que termine ya está Navidad, otra Navidad de mierda. Ojalá el año que viene se nos pierdan estos días, se nos borre diciembre y lleguemos otra vez a enero sin tener que atravesar estas dos semanas de mierda (ese es mi deseo). 

Ahhhh la Navidad, feliz Navidad (de mierda)