"Llevo varios meses viajando. He perdido la noción del tiempo, del dinero, a veces incluso de la realidad, y me siento prácticamente desconectado del mundo, de su mundo. Por fin disfruto de la libertad, de mi libertad, mejor dicho: Libertad para ir y venir, para dormir y seguir despierto, para andar o quedarme sentado. He recorrido muchos países con la única carga sobre mis espaldas que la de mi mochila, eterna compañera, en la que va mi pequeño universo empaquetado. Y también he encontrado a gentes extrañas, felices, amables, desgraciadas... pero todos con su vida pendiente del mañana. Yo no pienso en el mañana, quizá por eso me siento realmente libre, y no por moverme o decidir a mi antojo lo que quiero hacer. De cualquier forma, siento que algo me falta. Algo, alguien, tal vez un lugar donde realmente se encuentre mi hogar. Supongo que es una utopía buscar el paraíso".
