miércoles, 30 de abril de 2008

el gato sabio

"En una playa próxima a cierto golfo crece un robusto y verde roble. Un gato sabio, sujeto al tronco por una cadena de oro, da vueltas sin cesar en torno a él. Cuando corre a la derecha, entona una canción, y cuando corre a la izquierda se pone a contar un cuento".

'Ruslan y Liudmila'
A. S. Puchkin

martes, 29 de abril de 2008

Está saliendo el sol

Pues eso, que ha salido el sol, que ya no hace frío por aquí dentro...

lunes, 28 de abril de 2008

frío

Se me ha metido el frío en casa, y también en el cuerpo. Me suena todo a punto de no retorno y soy incapaz de conjugar el él, el yo y el nosotros sin llegar a un punto desde el que vea a cientos de kilómetros al que antes tenía tan cerca. Supongo que hay semanas que no deberían empezar y hay otras que parecen que no terminan nunca. Yo llevo con una que es un poco las dos cosas desde hace meses. Joder, ahora mismo, hasta me castañean los dientes. Estábamos a finales de abril, no?

15 euros por una hora


Pagaron 15 euros por una hora. El colchón aún reposaba en el suelo del pequeño cuarto cuando subieron por primera vez las escaleras. Seguros, decididos, con la seguridad y la decisión que dan las borracheras y la madrugá. Ya era de día. “No me creo que te vaya a ver desnuda”, murmuró él, quizá para si mismo, quizá para que ella lo escuchara, pero le salió de dentro. Increíble desde un buen rato antes, cuando aquel beso se reflejó en los mil cristales de la bola que lo coronaba, ahorcada del techo de ese antro mítico.

domingo, 27 de abril de 2008

Soledad en la cazuela

- ¿Qué hora es? - preguntó María Rosa, con un buen puñado de arroz en la mano.

- Son las dos y cuarto - respondió la joven, encendiéndose un pitillo

- Pues cuando pasen las y media, me avisas, para apagar el fuego

La cocina olía a caldo de marisco, a gambas peladas, y a soledad. Había que fumar allí porque el tío abuelo Miguel detesta ver a las mujeres fumando, y la muchacha, recién llegada, no pretendía cambiar las ideas de un señor de noventa años.

- Échate una cervecilla, hija, que así nos alegramos. A la Mercedes ponle una sin alcohol, que no puede tomar. Y siéntate, anda.

Mientras el caldo cocía con el arroz, las gambas, el pescao y las patatas, las tres mujeres, sentadas en una mesa de madera, echaban humo. Una había nacido en el 30, otra en el 50 y la más joven, que escuchaba tímidamente a las otras dos, a finales de los 70.

- ¿A tí no te ha salido ningún pretendiente? , preguntaba María Rosa a la Mercedes

- Nunca, desde que murío mi Pedro, hace 27 años, nadie me ha vuelto a decir "qué ojos tan bonitos tienes".

- A mi tampoco, desde que murió mi Ángel.

María Rosa quedó viuda con 37 años. La habían educado para criar a los hijos y cuidar de su casa, y con esa edad tuvo que ponerse a trabajar. Hacía la calle, como decía ella, y estaba reventada. Todo el día andando, en el barrio que la tocara. Ahora repartía cartas y paquetes postales en los distritos 7, 3 y 1, y ya hacía varios años que hacía la misma ruta, por lo que la conocían ya bien. En la cocina, bien alto, había un azulejo con un cartero pintado. "El cartero", ponía. Calculaba que, con suerte, le quedarían tres años para poder jubilarse.

- Ya son y media, Maria Rosa.

La mujer apuró la cerveza, se levantó y movió con la cuchara de palo el arroz, que humeaba. Bajó el fuego y volvió a sentarse. Se encendió otro pitillo, negro.

- A mi se me fue mi Pedro, y se me fue la alegría -dijo la Mercedes.

Se sacó un colgante del interior de su blusa y se lo mostró a la joven.

- Aquí lo llevo siempre, en el corazón.

Del collar de oro colgaba una medalla en la que había grabada una foto de Mercedes con Pedro, de jóvenes. Él se la había regalado de recién casados. En el reverso, la fecha de nacimiento de ambos. Mercedes nació el 14 de febrero de 1930. Junto a la medallita, colgaban tres dientes engarzados en oro. Los dientes de leche de tres de sus nietos. Junto a los dientes, un hombre abrazando el sol, el indalo, símbolo de Almería.

sábado, 26 de abril de 2008

Fideos de Almería

Ingredientes:

Para el sofrito:
- pimiento rojo o verde
- cebolla picada
- tomate picado

Para el resto:
-chirlas
-un poquito de bacalao desmigao
-patatas peladas y cortadas a trocitos
-hoja de laurel
-habas
-alcachofas
-sal

Haces el sofrito, antes de apagar el fuego, echas un poco de pimentón.

En una cazuela cazuela con agua echas las chirlas o almejas, el bacalao, el laurel, las patatas, las habas, las alcachofas y la sal.

Cuando esté a punto de hervir, echas los fideos, gordos, tipo fidegua.

Cuécelo todo junto a fuego medio hasta que las habas o las patatas estén blandengues.

Ñam ñam...

miércoles, 23 de abril de 2008

mi hermano jugaba de vaquero...

...pero siempre ha tenido alma de indio.

martes, 22 de abril de 2008

sólo mía

Hay ratos en que me abrazo a mi soledad. Es algo que no me pueden quitar, y menos cuando es principio de semana resacosa. Y subida en la santa noria de mi vida misma, me doy cuenta de que mi soledad es sólo mía, así que me vuelvo egoísta y no la comparto con nadie.

sábado, 19 de abril de 2008

11.30 a.m.

Hoy me he despertado a las 11,30h, como hace 31 años, bajo el cielo de un día lluvioso. Es la lluvia la que ha impregnado mi alma, desde niña, de cierta melancolía. La lucha del sol por saludarme, y la fe mía en que el sol siempre puede contra las nubes, me dejaron un poso, grande, de optimismo. La fuerza del viento, la que me da empuje y el fuego de cada una de las velas, el que ilumina un millón de eternas sonrisas, risas, carcajadas. Eso es lo que vamos a cenar hoy. Y meteorología.

mariposas


Aunque parezca imposible, hoy hay mariposas en el aire. Mariposas que entrelazan sus colores con los sueños y con el mundo. Hoy hay mariposas en nuestros cielos. Las mías van de regalo para la Reina del Castillo de las Risas. Felicidad y felicidades.

viernes, 18 de abril de 2008

miércoles, 16 de abril de 2008

siempre multiplicar

Me imagino que entro en una de esas papelerías que tanto me gustan, y que la encuentro. Encuentro esa calculadora que siempre quise tener, esa que sólo multiplica y suma, esa que no sabe ni dividir ni restar. Y cuando la encuentro, miro alrededor buscando los ojos cómplices del dueño de la tienda. Sin mirar lo que cuesta, la pago, y me la llevo. La llevo en la mano; ni siquiera he querido que me la envuelvan. Sin darme cuenta la llevo contra el pecho, abrazada, como dándome fuerzas para subir la cuesta que se me planta delante. Está por llover y me da igual. Ando un montón, como si no tuviera nada que hacer... Al final me doy cuenta de que estoy como ida, que he encontrado lo que buscaba y que me he dejado ir, así que entro en una cafetería, me siento en la barra, pido una cerveza con limón y empiezo a sumar, despacio, a poner todo en positivo, mases y más mases... Y cuando ya estoy mejor, empiezo a multiplicar como una loca. Y me viene aquella voz de lejos que me decía: "Nena, tú siempre multiplica....".

lunes, 14 de abril de 2008

alegría

"La alegría es algo demasiado profundo como para ser entendido y comunicado. Estar alegre es ser un loco en un mundo de fantasmas tristes".

'Sexus'
Henry Miller

sábado, 12 de abril de 2008

jueves, 10 de abril de 2008

UFFFF

32 y punto. Hay que pensarse las cosas. La cerveza, el vino blanco, el tinto... saben mejor que en un paladar jovenzuelo. Pero el post-alcohol es mortífero. Ya no me atrae el wisky (su aroma, su olor, su color han perdido sentido en mi ser). Menos mal. Si echo la vista para adelante, veo mi migraña. La próxima. La posible ante cualquier fiesta o evento. Pienso en una que va a cambiar mi vida y me entran sudores. Se avecina peligrosa, peligrosa... Espero sobrevivir. Llegar sana y salva al lujo de un viaje inolvidable. Pero ayer estuvo muy bien. Divertido y gracioso. Así, inesperado. Como en los viejos tiempos. Igual que cuando yo resistía los embistes como una jabata. Como cuando no eran 32 y punto.

miércoles, 9 de abril de 2008

mudaka


Ya sé que no he mandado fotos pero os aseguro que hasta hace poco no he tenido ánimo de coger la cámara. No soy un artista ni un flipado, pero se nota y aunque parezca raro, no tenía ganas. La cosa mejora y con ello las ganas de coger la maquinita y ponerse a pensar. Gran noticia para mí claro. Javichu desde lejos.

martes, 8 de abril de 2008

en la carretera


Ya andamos con la casa acuestas, como los caracoles. La casa rodante todavía no tiene nombre, le faltan todavía unos pocos de kilómetros, para que surja sólo, como quien no quiere la cosa. Y seguirán apareciendo escondites secretos, armarios imposibles llenos de incógnitas, cosas nuevas, cosas qué no entendemos, cosas que no utilizaremos nunca, cosas que se romperán por el uso... Y ese color, entre el verde y el azul, entre el azul y el verde, para recorrer mares de sueños, para dormir bajo cualquier cielo, para recibir visita en medios de nuestra nada.

domingo, 6 de abril de 2008

AMOR, AMOR

Él le dice a él mientras le abraza desde atrás : "Que te duermes de pie, como los caballos. Eso me decía mi madre cuando era pequeño". Y él sonríe, tiernamente enamorado.

No sé por qué, pero desde que la vi (y ahora que la he vuelto a repasar): el cuento de amor entre dos vaqueros perdidos en una montaña del oeste americano que consigue durar casi toda su vida y que relata la peli 'BrokeBack Mountain', de Ang Lee, es la que más me he creído de toda la historia del cine y de la mía propia.

Será por la genialidad del director o por la destreza de los actores, qué se yo, pero para mí es mucho más creíble que otras tantas historias de heterosexuales o de homosexuales a las que siempre les falta un 'puntito' de realidad en el sentimiento.

Y eso que es un relato triste, porque él (uno de ellos) está dispuesto a dejarlo todo, y él (otro de ellos) nunca llega a acompañarle en esa apasionada decisión.

Pero, por encima de su atípica historia, siguen queriéndose siempre, y al final lo que les queda son dos camisas entrelazadas con la sangre de su primer romance.

Muchos de nosotros querríamos llegar a tener eso, seguro.

viernes, 4 de abril de 2008

en un talgo, en un día azul


Mañana me voy de periplo a la ciudad que vio nacer a mi abuela, hace, según ella, ochentaytantos años. El motivo del viaje es que mi abuela, que ya conocéis, tan salerosa ella, tan maja y risueña, tan marchosa y bailona, tan presumida; quiere ver al único de sus tres hermanos que vive. "Mi Miguel", dice ella. Su Miguel debe rondar los 90 años y vive con uno de sus hijos. Su mujer, María, a la que llamaban "la negra", y de la que se sigue diciendo que "era una mujer muy rara", murió hace ya algunos años. Mi abuela Rosa recuerda que su Miguel la llevaba a hombros cuando sonaban las alarmas y había que correr a refugiarse bajo tierra, en el 36, después de que cayera Málaga y los nacionales empezaran a bombardear Almería. Miguel la llevaba a hombros, como podía, porque mi abuela, ya con 10 años, padecía dolores en los huesos, por la humedad, dice, que había en esos refugios.
.
Pero además, mi abuela se va a reencontrar con la que fue y ha sido una de sus mejores amigas, la Mercedes, la tita Mercedes. Amiga y cuñada, porque la Mercedes se casó con el hermano pequeño de mi abuela, Pedro. Mercedes y Pedro se casaron "con calcetines", lo que quería decir, que se casaron muy, pero que muy jóvenes. El tendría diecisiete. Se querían tanto que Mercedes se quedó embarazada y se casaron de penalti, en una época en la que la gente contaba los meses, hacía atrás, que habían pasado desde el casamiento hasta el parto, para hacer comentarios en los portales, cuando la se sacaban las sillas a las puertas de las casas y se dejaba que las tardes, calurosas, pasaran hablando de unos y de otros. El niño se llamó Pedro, como el padre. La segunda hija de Pedro y Mercedes se llama Amalia, y a ella también la llamaban "guarra" por verse en un hostal con su noviete, que luego sería su marido. Para que aceptaran, de mala gana, un noviazgo, la estrategia era "fugarse", es decir, no pasar una o unas cuantas noches por casa de los padres. Entonces, se suponía que habías probado la miel y te tenías que casar con aquel con quien te habías fugado. Y entonces los padres lo aceptaban. No les quedaba otra.
.
Estos días voy a escuchar tantas historias que no me llevo el cuaderno habitual, sino uno más grande, para que me quepa todo. Tengo ganas y estoy nerviosa, porque nunca he viajado sola con mi abuela y a veces hay que tener mucha paciencia con las personas mayores. Vamos este hotel, en pleno centro de Almería, al lado de la Catedral. Y estoy ansiosa de que me lleve al paseo a tomar tejeringos.

jueves, 3 de abril de 2008

grigris


Y qué mejor amuleto, qué mejor talismán, que el que viene con alguien que te quiere desde muy, muy lejos...Todas tenemos un poco de las otras. Colores.

miércoles, 2 de abril de 2008

sombrerería


En la calle de la Sombrerería ya no se venden sombreros, pero está esa tienda en la que venden todo el material necesario para los caballos, el bar que abre tan tarde y que siempre tiene un perro a la puerta, el horno de las empanadas y el edificio en obras perpetuas. Y al final, justo al final, cuando parece que la calle ya quiera acabarse, hay unas puertas mágicas, unas puertas que seguro que te llevan a otros mundos, a otros lugares. Ayer llamé flojito y no contestó nadie. Ayer pensé en hacerme okupa de otras realidades.

martes, 1 de abril de 2008

Love

Hay jornadas de trabajo que terminan a horas intempestivas, a algo así como la 1.30, pero nada duele si se tienen canciones nuevas metidas en la cabeza. A mi hoy, todo me ha sonado a Zoé.