viernes, 2 de abril de 2010

Nazareno...¡dame un caramelo!

Es lo que recuerdo de las semanas santas de cuando era pequeña. Y la arena de la playa. Los últimos años, las he pasado en Madrid, y ayer, entre gritos de abuelas fervorosas, vimos cómo sacaban a hombros a María Santísima de la Esperanza de la Real Colegiata de San Isidro, donde hice el exámen de mecanógrafa profesional. Más de 120 pulsaciones por minuto, las mismas que tenían las sexagenarias enloquecidas que se ponían de puntillas para ver a la Virgen. Después sacaron al Cristo del Gran Poder, pero eso ya no lo vimos. "Es todo un poco loco", decía Naoko. Y nos fuimos al coche a por el vino y las palmeritas de chocolate, que habían sobrado después del picnic en el Retiro. Un santo jueves bien aprovechadito, danzándo por Madrid con el sol mirándonos.

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