sábado, 7 de marzo de 2009

una calle de Dublín


El asturianín me escribe desde lejos y me manda canciones para Leo, y me vuelve a escribir y me manda noticias: "Y dejo para el final lo mejor, ¿a qué no sabes en qué calle vivo en Dublín? No te lo quise decir hasta ahora por aquello de la mala suerte. Es mi segundo regalo. Es increíble las casualidades que te regala la vida. Te lo adjunto. Es lo que veo cada vez que me asomo por la ventana o salgo por la puerta. Así que tendré difícil olvidarme del pequeñín".

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