viernes, 16 de octubre de 2009

cerrajeros de ciudad


La ciudad está plagada de pegatinas como estas. ¿De verdad tanta gente olvida sus llaves por dentro? ¿De verdad tanta gente se queda encerrada en la terraza? ¿De verdad tanta gente no tiene a una persona a la que confiar una copia de sus llaves? ¿De verdad a tanta gente le roban el bolso con las llaves dentro? ¿Qué fue de los serenos? Me interesa aquel oficio, ya perdido, de un hombre con alma de buho, que vagaba por la calle a la espera de un grito y que abría las puertas de las casas de otros. Un hombre con alma de buho que llevaba encima un ramo tintineante de llaves grandes y frías, pesadas y delgadas.
- Y usted, ¿a qué se dedica?
- Pues verá, yo abro puertas.

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