miércoles, 11 de julio de 2012

CALOR

A las 4.00 pm del mes de julio hay un sol que se desploma sobre sus hombros. Cae, cae, cae. No acaricia, hace latigazos en las pieles destapadas. Irrita los cuerpos que escapan bajo las sombras de los edificios de hormigón de una ciudad inmensa. Nadie sale. Todo duerme. Ella, sin embargo, camina. Se deja castigar todos las 4.00 pm, de todos los días, de todos los julios, de todos los años. No ve, ni oye, ni atiende la calle. Sólo siente la cálida presión de los grados que le empujan hacia el suelo. Muere el frío. Nada huele a fresco. Aparece el sudor sin humedad de un ambiente estirado por el calor seco, a kilómetros de agua. La luz es demasiado intensa para mirar y no mira. Recorre el espacio sin notar el espacio.  Envuelta sólo de temperatura, aislada de toda la materia, se pierde y, entonces, sólo entonces, puede hacerlo: piensa.  

2 comentarios:

Hombre Menguante dijo...

Que bien lo haces, Pina.
Hacía años que no me pasaba por aquí.
Besosss...

lasnenas dijo...

Gracias hombre menguante, besoss y más besoss