lunes, 18 de mayo de 2009

fenómenos superextraños


Estamos inquietos. Durante la pasada madrugada, alguien o algo sacó las cuatro sillas verdes del salón y una de las banquetas negras de la caseta y las colocó en la terraza como mirando hacia el cielo de Madrid. No hicieron ruido. No hicieron nada. Sólo se sentaron, los cinco, a mirar algo que había, quizá, sobrevolando el barrio. Tuvo que ser entre la una de la madrugada y las tres o entre las cuatro de la madrugada y las siete, pues de tres a cuatro yo estaba de guardia. Es muy fuerte pensar que seres extraños han invadido nuestro nido para contemplar el paisaje nocturno desde nuestra terraza. Dejaron una lata de cerveza abierta pero llena, y otras tres latas de limón cerradas, sobre las plantas. No se llevaron nada. El único que lo vió todo fue el conejo, pero no suelta prenda. Hoy hemos recogido las sillas, la banqueta y las latas, y no hemos sabido qué hacer. Está claro que por la puerta no entraron. Hemos descartado que hayan sido los vecinos colindantes, pues ellos disponen de sus propias terrazas. Es todo muy, muy, pero que muy extraño. No tenemos miedo, ni curiosidad...simplemente, estamos estupefactos.

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