sábado, 2 de mayo de 2009

Parecía que siempre había estado allí. Brillaba mucho, iluminaba la noche al mirar a la ciudad. Sabíamos que pagaban a los del piso de abajo por aguantar tanta luz y tanto ruido. Aunque nunca supimos si lo hicieron con dinero o con cerveza. Y de pronto, ya no está. Ayer sólo quedaba la eme del cartel de Mahou del Paseo de Extremadura. La noche de Madrid, desde aquí, ahora, brilla menos.

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