miércoles, 24 de marzo de 2010

El Pecas

Es increíble cómo algunas cosas se mantienen en pie por muchos años que pasen. Capeando crisis varias y cambios que a otros les dejan tiritando. Hacen las hamburguesas más caseras y más ricas del mundo, pero yo sólo voy a desayunar algunas mañanas. Cuando éramos pequeños, celebrábamos con los tíos, primos, abuelos y demás nuestros cumpleaños. El dueño era amigo de mi padre en la juventud y era músico. Llegó a sacar un disco, que no vendió demasiado. Se llamaban "Los amigos", pop de los 70. Con la reforma que hicieron en el bar hará unos 10 años, se llevaron los sillones naranjas sesenteros míticos, esos que iban atornillados al suelo, y a la mesa, tan de moda en Estados Unidos, en las típicas cafeterías. Es lo único que me ha dado pena del cambio. Me parece curioso, que teniendo la mejor terraza del barrio (un pequeño patio con dos palmeras, que te hacen olvidar que estás a pocos metros de una de las principales vías de acceso a la ciudad) sea la terraza con menos gente de la calle durante todo el verano. El cartel es para enmarcar. Cuando queráis, os invito a una doble cheese burguer del Pecas.

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