Al otro lado del círculo hay otro silencio. Uno que se te mete en las orejas y cruje. El silencio del frío, el silencio del blanco, el silencio esquimal. Es un silencio que se encoge y a ratos da miedo, porque parece eterno. Y porque araña de afilado que está. Y a algunas personas las mata. Y las deja semienterradas en la nieve, que lo calla todo.
martes, 30 de marzo de 2010
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