El 30 de julio ya no será una fecha cualquiera.
Los veranos esconderán aniversarios y también al color blanco, que es la suma de todos los colores, como nos contaron de pequeños.
Un día para celebrar con los que queremos que nos queremos, que nos encontramos, que nos conocimos, que nos comprometemos a ser compañeros de un equipo que juega un partido que dura la vida, o lo que la vida quiera.
Una fiesta con baile para danzar en el campo.
Un campo lleno de flores para hacer un picnic, sin perder de vista a la ciudad donde nos abrazamos por primera vez, que nos mira desde lejos y nos espera allí con sus lunas, sus tejados y sus callejuelas.
Los veranos esconderán aniversarios y también al color blanco, que es la suma de todos los colores, como nos contaron de pequeños.
Un día para celebrar con los que queremos que nos queremos, que nos encontramos, que nos conocimos, que nos comprometemos a ser compañeros de un equipo que juega un partido que dura la vida, o lo que la vida quiera.
Una fiesta con baile para danzar en el campo.
Un campo lleno de flores para hacer un picnic, sin perder de vista a la ciudad donde nos abrazamos por primera vez, que nos mira desde lejos y nos espera allí con sus lunas, sus tejados y sus callejuelas.
1 comentario:
..y que todos los días sean treinta de julio! f e l i c i d a d e s ¡!
Publicar un comentario