miércoles, 1 de diciembre de 2010

PERFECTO

M. P. comenzó a escribir este poema a la tierna edad de 16 años y lo concluyó.... nunca:

"4.000 estaciones"

PRIMAVERA y caen láceas las térreas flores sobre el verde oscuro. Arrojadas al vacío eterno de la nueva estación. Arrancadas de su espacio vital para cubrir la conciencia de algún mísero hombre que cabalga sin rumbo. El amor juguetea al costado. ¿El amor? ¿Qué es amor? Y se encogen de hombros los que antes perdieron la inocencia pueril y dijeron 'Te quiero'.
La piel se destapa a los rígidos gritos del sol que la llama. Su reino despierto gobierna las pautas del orden secreto. Hoy ya no es posible quedarse callado, las voces se escapan de entre las gargantas que sanan los fríos de invierno; los párpados se abren al rojo del cielo, que es azul perdido. Y el negro no es bien recibido. Se queda dormido mientras sus hermanos empapan de vida la laica acogida.
Lambarear es acción preferida. Correr sin sentido, vagar por un mundo pintado de rosa que asola tristezas y esconde verdades, atroces verdades. Luego ¿Quién llora? Llora nadie. Y ese nadie se esconde en la sombra acallando su rabia y rogando ser pétalo absurdo que ignore la ausencia. El espacio cubierto de magia se rompe en pedazos, la escalera que lleva a la gloria pierde sus peldaños y, sentado en lo alto del mundo, les dice asustado: "Seguid siendo caricia enfundada y materia de goma, que si el viento robara mi adagio me uniría a ello".
(FALTA TEXTO)
Todos ellos bailando sobre el mismo resquicio de tierra que, aunque no este presente, clavan sobre mi frente las agujas de su agua ligera. Y se llena mi mente de la dulce pecera de nostalgia absorbente y deseo de vuelta, cuando escucho a mi vera la alegría fingida que cada año trae la primavera (última frase plagio de otro).

VERANO y la piedra se pudre bajo el sol pagano. La hoja se seca, la ropa se pierde y el agua se vuelve tesoro tan vil como el oro.
(FALTA TEXTO)
... porque llegado este punto no hay luz, ni gota, ni hierba que se convierta en poema. Que si de alguien fue la idea de idolatrar la estación, fue mía, sí, mía, que me sirva de lección!

OTOÑO, materia intermedia entre luz y tiniebla. La lluvia, siniestra, perfecta, golpea mi puerta. Llanto de terciopelo que me atormenta.

(FALTA TEXTO)

INVIERNO y debajo ya asoma la luz del Averno...

(FALTA TEXTO)
La lápida gris se cubre de blanco, la nieve oculta mi nombre bajo su abrigo y el tiempo, mi fiel amigo, traerá el olvido.
FIN

(((M.P. nunca fue capaz de terminar este poema, pensó siempre que sería su creación perfecta y que para ello, para que fuera perfecta, debía permanecer inconclusa porque lo mejor de todo el pasaje, lo más perfecto siempre, quedo pendiente de ser escrito.)))

2 comentarios:

Roja tirando a rosa dijo...

Sí linda maestra de las letras, lo perfecto siempre es lo que está por venir, y, gracias a quien sea, nunca llega.

patadas dijo...

deberías acabarlo. es gueno.