miércoles, 22 de diciembre de 2010

ViCTORIA

He ganado una guerra. Ha durado años y en ella he perdido batallas. Pero al final, he ganado la guerra. Luche de una manera y, luego, luche de otras. Cambie las estrategias. Durante un tiempo, fui a las batallas siempre con el arma equivocada. Caí, me derrotaron millones de veces. Me levantaba y volvía a luchar. Pero lo hacía siempre de la misma manera. Con más rabia, pero igual. Me volvían a doblegar. De nuevo, al suelo arrodillada. Al final (cuando creía que era el final), perdí la esperanza. Me uní al enemigo, sólo con el afán de sobrevivir deje que me esclavizara y, justo entonces, desde dentro, he ganado la guerra. Sin esperarlo, sin calcular el milímetro donde debía alojarse la bala, el proyectil ha ido a explotar en el mismo centro de la diana. Y, sin saberlo, he sobrevivido y he ganado mi guerra.

1 comentario:

roja dijo...

Tú siempre ganas.