lunes, 26 de enero de 2009

columpiarse

Me gusta imaginarme subida en un columpio. Balancearme, o subir bien alto, o quedarme parada, suspendida, sintiendo la luz de alguna mañana que vendrá a través del pelo enredado.

Tienen algo especial los columpios. Igual no piensas en ellos durante años, o no los ves en meses, o no te acercas a uno... Pero de pronto aparecen por todas parte, en una película, en tus deseos, en un libro, en tu cabeza, en una canción, en tus sueños, en las historias de otros, en tus pesadillas... Ultimamente, yo no paro de ver columpios por todas partes. Ultimamente tengo la sensación de estar pemanentemente subida en uno, aunque hasta hace nada no me había dado cuenta. Y no sé si quiero un columpio colgado de uno de los árboles de casa, pero sí sé que no quiero que la gente se columpie, y me deje a mí suspendida en medio de la nada, sin ningún sitio al que querer agarrarme, sin ganas de mirar hacia atrás para ver quién es el que me esta dando impulso hacia ninguna parte.

No hay comentarios: