Había una vez un estado inherente a mi género que se fue, pero volvió.... Y yo pensaba que iba a tardar mucho más en volver... Lo peor, lo de siempre, el dolor de cabeza que viene y se va como un estado de ánimo ajeno, y ese sentirse aturdida e hinchada. Los calambres en las piernas son nuevos. ¿Se supone que tendría que estar contenta por ser más roja que nunca?
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