Poco menos de dos meses para la primavera y yo ya veo almendros en flor. Blanco sobre negro. En este invierno tan raro. El otro día sentí el verano, sudando, y hoy la primavera, gracias a papichulo, que es un sol y empapela como nadie. Mide, corta, remata, acopla, cuadra y pega. Así ha conseguido que la primavera en negativo llegue antes que a ningún lado a una de las paredes de mi salón. Ay, qué contentura tengo encima!!!
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