DECIBELIOS EN LA PANZA
Lo que llevo dentro, ya no sólo hace música. Ahora resulta que ha aprendido a bailar, y baila a cualquier hora, en cualquier momento. Así que yo me paso todo el día en una pista de baile imaginaria.
Quién me a visto y quién me ve. Yo, que andaba tan preocupada porque no sabía dónde había guardado mis zapatillas de bailar, y ahora, que bailo con lo que lleve puesto, tan ricamente. Qué bailo hasta descalza en el filo del balcón de cualquier casa.
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