martes, 9 de diciembre de 2008

que alguien me piense así

"Era la joven de largos cabellos, de ojos francos y abiertos y boca bastante generosa que me saludaba cordialmente siempre que nos encontrábamos en la calle. Siempre tranquila, siempre dándose, siempre radiante de salud y bondad; además, inteligente, simpática, llena de comprensión. Con ella no era necesario hacer insinuaciones desmañadas: siempre venía hacia mí rebosante de esa secreta alegría interior, siempre prodigándose. Me devoraba y me llevaba: me abrazaba como una madre, me calentaba como una amante, me despedía como un hada. Nunca tuve un pensamiento impuro hacia ella; nunca la deseé, nunca anhelé una caricia. La amaba tan profundamente, tan completamente, que cada vez que la veía era como volver a nacer. Lo único que pedía era que siguiese viva, que permaneciera en esta tierra, en algún sitio, en cualquier lugar, en este mundo, y que nunca muriera. No esperaba nada. No deseaba nada de ella. Su mera existencia era más que suficiente."
'Sexus'
Hemry Miller

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