Una mañana de agosto, abrí una de mis cajas sin música, y cogí otras siete pulseras. Estas de ahora son rojas, y suenan, porque ahora, el día a día de mi vida, está lleno de la múscia que a mí me gusta.
viernes, 8 de octubre de 2010
Pulseras y estrellas
Una mañana de agosto, abrí una de mis cajas sin música, y cogí otras siete pulseras. Estas de ahora son rojas, y suenan, porque ahora, el día a día de mi vida, está lleno de la múscia que a mí me gusta.
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