lunes, 26 de noviembre de 2007

el faro

Cuatro ojos apuntaban en ese momento hacia el faro,
cinco si contamos el objetivo de mi Ericsson.

El faro de Getaria, en Gipuzkoa, existe porque la isla de San Antón, conocida como "el ratón", en medio de la bahía, se confundía con los montes del fondo, lo que provocó varios naufragios, por eso en 1813 se decidió colocar un farol en la Ermita de la isla.
A Getaria llegamos un lunes al mediodía, después de una maratón y de jugar a los anuncios en Belazarte, cerca de Hernani, muy cerca de Pagoaga. Y de reírnos mucho-mucho. En Getaria nos encontramos con su faro y vimos de refilón, subido en una moto, a su pequeño farero, un niño de apenas 10 años, que nos lo encendió cuando marchábamos. Subimos paseando y subimos escaleras. Pero la puerta del faro estaba cerrada. Saltamos. Okupamos durante el atardecer una casa sin muebles y nos asomamos por cada una de sus ventanas. Vimos el mar. Miramos las olas. La primera vez que nos veíamos en su territorio. Otra primera vez de algo. Chispas.
Ya se que estoy un poco friki últimamente con esto de los faros. Pero no estoy sola.

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