lunes, 15 de octubre de 2007

Cosas nuevas

De un vistazo rápido recorre el salón tratando de comprender qué es, qué significa todo aquello que no conoce, que nunca ha visto. Intenta hacerlo de forma disimulada. Pero no puede evitar fijarse. Esas cosas nuevas se le meten en los ojos, y en la cabeza, que maquina, que imagina, que se pregunta. Un bolso nuevo (¡otro!), un caracol que le suena vagamente de los últimos días, un bajo apoyado en el amplificador, un librito, una frase en la pizarra (qué significa, a quién se refiere?), una notita con letra desconocida (de quién será, qué pone…no me alcanza la vista), una lámpara nueva (jamás la habría elegido yo, nunca hubiera accedido a colgarla yo…), un abrigo nuevo, plantas nuevas en tiestos que no había visto jamás.

Otras cosas, sin embargo, sí le son familiares. Las zapatillas, regalo del último cumpleaños (al menos se las pone), esa postal que también se posaba en el telefonillo de casa, la tele, ese cuadro que tanto miraba, su pitillera mejicana. Pero ni siquiera las cosas conocidas son ni parecen las de antes. (¿Son los gatos los mismos? ¿Me conocen los gatos aún?) Ni tampoco ella parece la de antes, la de siempre, la de los últimos 108 meses de su vida, pese a que conserva esa extraña manía de guardar papeles, periódicos y hacer montoncitos con ellos en cualquier lugar.
En el baño sí, el albornoz que a veces compartían (por qué no lo habrá cambiado?, parece que está un poco feo) esa cajita de cartón (qué era lo que solía guardar alli?…lo he olvidado).

Es como si mudara la piel, se renovara, es como si cambiara, y cambiara su entorno, las cosas que la rodean. Está cansada, dice, esa es la razón por la que no sonríe tanto hoy. O quizá no es esa la razón. Tampoco sonreía mucho en los últimos meses. La había chupado, se había bebido, se había fumado, se había esnifado, al fin, todas sus sonrisas, y no le daba motivos para que siguiera repartiéndolas, fabricándolas, dibujándolas, a su lado.

(Mi pequeña, mi niña, mi chica, mi preciosa, mi amor). AMOR. ¿Qué amor? Amor que se esfuma, que se disuelve como el humo en la habitación, que se escapa por la rendija de la puerta, y a cambio de amor entra frío. (recuerdo cuánto tiritaba en abril) Amor que se consume, que trepa por un muro y sale fuera, lejos, y se va, despacio, para que no duela, pero se va. Amor que se hace pequeño por la distancia y sin sus gafas, ella casi no lo ve. Una vez lejos, el amor se vacía de amor, se vacía de luz, se vacía de olor, se vacía de suavidad, se vacía de besos, se vacía de BESOS, sí, de besos, se vacía de calor, se convierte en un globo lleno de aire, de nada, de tristeza, de miradas grises, de recuerdos, de tiempo perdido, de libros en blanco, de fotos veladas, de cristales rotos, esparcidos, que no molestan, de tanto pisarlos, de acostumbrarse a ellos, de acostumbrarse a la nada, al vacío.

Amor que desaparece, desamor. El amor aparece, el desamor, desaparece. Amor que tuerce una esquina y cuando vas detrás ya no sabes qué camino ha tomado. Y te pierdes. Y se pierde también el amor. Amor que se evapora y nunca vuelve a llover más. Nunca más. Y se seca el amor que ese amor regaba. Y se rompe la máquina y ya no hay más. Ni labios, ni caricias, ni roce, ni señales, ni mensajes, ni miradas, ni pestañas, ni ojos, ni dedos, ni manos, ni pies, ni cuerpos de lejos, ni de cerca tampoco, menos aún. (La música es la misma, eso sí lo reconozco, pero el salvapantallas de su móvil ya no es el que conocía. ¿qué es? ¿quién es? ¿Cómo ha pasado esto? ¿Cómo he dejado que pasara esto? Si ya me lo advertía ella, que esto pasaría).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Pero ni siquiera las cosas conocidas son ni parecen las de antes"

familiarmente bonito. dolorosamente cierto.

a veces es necesario llenarse de aire el alma para que se nos ventile

sil dijo...

el tiempo cambia, las personas cambian, la vida cambia, pero el amor...ay el amor, el amor toma su propio rumbo, elige su destino y nos condiciona.

La Uge dijo...

Hace unos días he conocido a una de "lasnenas" (ella sabe) en un taller de. Cometió el "error" de decir no sé qué de un blog con más gente y yo me quedé con la copla. Ayer, por fin, me animo a pedirle la dirección, y hoy, por fin me animo a entrar, cotillear y pasar un buen rato.
Ánimo, que estas son tareas más comprometidas de lo que parece, nunca hay que defraudar al lector que de vez en cuando pasea por la blogsfera pinchando en todo lo que se deja.
Creo que me dáis envidia.

lasnenas dijo...

gracias uge...halagadas nos sentimos...y te invitamos a que escribas, a que te dejes caer por acá, a que nos enseñes tus fórmulas, tus números, tus símbolos...como la E al revés!!muaca