lunes, 8 de octubre de 2007

Heraldo


Intentar devolver un teléfono a Telefónica se puede convertir en uno de los mayores imposibles de mi historia personal. Después de llamar al 1004 y esperar, y esperar, y esperar, y esperar..., alguien me dice que tengo que llevar la terminal telefónica que quiero devolver, porque ya no la uso y paso de seguir pagando cada dos meses 4,70 euros, a uno de las tiendas de Telefónica. Me indican que la más cercana a mi domicilio es la de la Avenida de la Albufera, así que al día siguiente me levanto tempranito y pongo rumbo a Puente de Vallecas. Cuando salgo del metro sigue haciendo uno de esos días de sol regalado en octubre, así que entro en la tienda de Telefónica con ánimos y con mi teléfono Heraldo en la mano. Me indican que tengo que coger número, que no me pueden dar información sin haber cogido primero un número, así que me guardo mi I8 en el bolsillo y espero, y espero, y espero... Me llega el turno y la chica que me atiende, según ve mi Heraldo en mi mano, me dice un claro y rotundo: "Aquí no puede usted devolver eso". Me marca el 1004 desde su teléfono y me dice que allí me dirán cómo devolver el santo teléfono. Desde el otro lado de la línea me informan que si quiero devolver mi teléfono tengo que hacerlo enviándolo por correo a un apartado de correros de Barcelona. Por supuesto los gastos de envío corren por mi cuenta. ¿Qué si quiero poner una queja? Pongo dos. Y las pongo sabiendo que no van a servir de nada. La pobre que está al otro lado de la línea me dice que si enviar el teléfono a Barcelona me cuesta mucho, que igual me sale mejor comprarlo. Son sólo 6 euros. Con la rabieta me voy a correos. Me dicen que el envío serán uno 9 euros... Fin del problema. Le he comprado el teléfono Heraldo a Telefónica. Está puesto en la mesa de la habitación. Era justo lo que necesitaba ese rincón. Eso no quiere decir que mi pequeño enfado existencial haya disminuido lo más mínimo. Vamos que me cago en los que no dejan devolver los teléfonos y en los que los roban.

1 comentario:

patadas dijo...

lo siento...pero me meo de risa...