(En un bar de la calle San Bernardo. Miércoles, 17.20h)
Camarero: ¿Qué tal? ¿qué tal la niña?
Cliente: Bien… bueno… ahora es otra niña.
Camarero: ¿Si?
Cliente: Una paisana, así es más fácil.
Camarero: Pues yo sigo con la misma, porque a esa la quiero yo para siempre.
Cliente: Ya... bueno... eso intento yo también.
Camarero: ¿Qué tal? ¿qué tal la niña?
Cliente: Bien… bueno… ahora es otra niña.
Camarero: ¿Si?
Cliente: Una paisana, así es más fácil.
Camarero: Pues yo sigo con la misma, porque a esa la quiero yo para siempre.
Cliente: Ya... bueno... eso intento yo también.
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