viernes, 7 de marzo de 2008

la maleta verde

"¡Está oscuro! -gritó al bajar al sótano.
No te preocupes -dije- nada malo nos puede pasar. ¡No te sueltes! Detrás de aquella puerta está el mar.
Y Ella sonrió."

Suena el despertador y lo aplazo unas cuantas veces. Suena el telefonillo y salto de la cama. Abro, escucho cómo sube el ascensor y por la mirilla, veo al repartidor. Le abro y le pregunto qué es eso que me trae. "Una maleta verde y un poster", me contesta. Sin poder esperar más, abro la maleta y está repleta de ánimos, de besos y de abrazos, que me pongo en ese mismo momento. De propina, café y marquesitas, la primera sonrisa del viernes, de cara lavada, y mil millones de gracias. Qué buen despertar. Qué lujazo. Le firmo con los labios y se marcha al trabajo, a seguir repartiendo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo quiero repartidores de esos, donde andan?

lasnenas dijo...

En un bar, en la calle, en la discoteca,
en el mercado, en un paso de cebra,
en una esquina, en la playa nudista,
en un parque, en un chat o en la oficina...
en un carnaval o en la peluqueria,
en un museo, un avión en un parque...
en un gimnasio...en un restaurante,
en un sexshop, en la junta de vecinos,
en un concierto de un tal Luis Ramiro,
mira que el amor siempre llega y no avisa...
y si te dejan ponte otra camisa....