domingo, 6 de abril de 2008

AMOR, AMOR

Él le dice a él mientras le abraza desde atrás : "Que te duermes de pie, como los caballos. Eso me decía mi madre cuando era pequeño". Y él sonríe, tiernamente enamorado.

No sé por qué, pero desde que la vi (y ahora que la he vuelto a repasar): el cuento de amor entre dos vaqueros perdidos en una montaña del oeste americano que consigue durar casi toda su vida y que relata la peli 'BrokeBack Mountain', de Ang Lee, es la que más me he creído de toda la historia del cine y de la mía propia.

Será por la genialidad del director o por la destreza de los actores, qué se yo, pero para mí es mucho más creíble que otras tantas historias de heterosexuales o de homosexuales a las que siempre les falta un 'puntito' de realidad en el sentimiento.

Y eso que es un relato triste, porque él (uno de ellos) está dispuesto a dejarlo todo, y él (otro de ellos) nunca llega a acompañarle en esa apasionada decisión.

Pero, por encima de su atípica historia, siguen queriéndose siempre, y al final lo que les queda son dos camisas entrelazadas con la sangre de su primer romance.

Muchos de nosotros querríamos llegar a tener eso, seguro.

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