martes, 8 de abril de 2008

en la carretera


Ya andamos con la casa acuestas, como los caracoles. La casa rodante todavía no tiene nombre, le faltan todavía unos pocos de kilómetros, para que surja sólo, como quien no quiere la cosa. Y seguirán apareciendo escondites secretos, armarios imposibles llenos de incógnitas, cosas nuevas, cosas qué no entendemos, cosas que no utilizaremos nunca, cosas que se romperán por el uso... Y ese color, entre el verde y el azul, entre el azul y el verde, para recorrer mares de sueños, para dormir bajo cualquier cielo, para recibir visita en medios de nuestra nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿me lleváis?
¿dónde?
donde vayáis!!
carretera y manta!!
yo llevo la bolsa de picnic...