ayer fue la primera vez que alguien se levantó en el metro y me ofreció su sitio, y yo, sólo pude ponerme roja como un tomate, como si me hubieran pillado en un renuncio, y me senté como una señora, disfrutando de los favores de mi estado, juas!!!!
miércoles, 1 de octubre de 2008
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