sábado, 18 de octubre de 2008

Neka

Llegó como las grandes artistas, aclamada, deseada y bien recibida. Y sin embargo, él, por quien tomamos la decisión de tener otro hijo perruno, él, el pelanas, chewaka, el compañero fiel que lleva una parte de nuestra tierra en su nombre, no lo entendió.

Y durante mas de una semana estuvo mirando al infinito, como diciendo ¿por qué a mi? ¿Qué he hecho mal? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Por fin, cuando se dio cuenta de que el rubio y yo tenemos amor de sobra para repartir a los dos, y lo que esperemos venga pronto, decidió entrar en casa y volver a querernos, aunque regresó mas adulto, con esa conciencia que tienen los hermanos mayores.

Y no es de extrañar, porque ella, Neka (negra canija) es un terremoto, una perra de armas tomar en todos los sentidos. Dicen que tiene carácter, como su madre, pero yo creo que lo que tiene es una mala leche infinita. Igual, con esa cara conquista y enamora a todo el que se cruza, aunque sus dientecillos filosos los aleja igual de rápido.

Dentro de poco, cuando esté preparada (y no le queda mucho, crece minuto a minuto), seremos cuatro los montañeros que recorreremos esta Patagonia nuestra del alma: el Rubio, Madriles, Neka y la mua. Que bueno seguir caminando e incorporar nuevos caminantes a nuestra ruta!!!!

2 comentarios:

Pinusa, que tiene 'gusa' dijo...

Ay, joder, como te echo de menos!!! voy a escribirte el mail más largo del mundo, que me dijo un pajarito que se te piró el internete!

Anónimo dijo...

bella, un placer leerte desde las africas.
besote enorme, reina de la patagonia!!