miércoles, 1 de octubre de 2008

Perdón, pero necesito ser la princesa

"La chica que tenía un interrogante sobre su cabeza

Sólo renombro las cosas si me viene a bote pronto. xxx era la "sultana" porque hablaba como Paco Rabal en Juncal; xxx era la "Queen of the Nilo" porque me lanzó un envite por la zona; y xxx era la "PIN", a secas, porque sólo su apellido definía a la perfección el hechizante código indescifrable que componía su tablero; porque a veces, si dabas con la clave, podía abrirse el mundo más completo; tierna y llorona y dura como la piedra; carcajeante y pausadamente elegante y fiera en la discusión; el mejor culo del mundo y el alma (pura) de rock and roll; respetuosa y sincera y sí, como decía, ahora, hoy, ayer y antes de ayer, me la imagino con su mirada curiosa y su gesto calmo, casi fijo, rodeado de un halo de tristeza inteligente y con el interrogante, ése eterno signo interrogante, flotando sobre su cabeza, melena lacia tan (poco) rubia, como la rubia más rubia entre todas las rubias."

Gracias ra

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