Me sobresalto y abro el ojo. Miro el reloj: las nueve menos cuarto. ¡Las nueve menos cuarto!
-Joer, tú, qué tarde, llegas muuuuu tarde al curro...venga que te hago un café mientras te duchas...
En la cocina, la radio encendida, mientras se está vistiendo, el transistor marca las horas y el locutor dice:
-Son las ocho, las siete en Canarias
...
Y es lo mismo que cuando te encuentras algo de pasta en el suelo, o cuando se confunden y te cobran de menos...que te da una alegría traviesa...
Así que...ya que teníamos una hora gratis, nos hemos dedicado a aprovecharla bien.
1 comentario:
ja ja ja!!!
muy bueno!!!
Publicar un comentario