domingo, 26 de octubre de 2008

Una hora gratis

Me sobresalto y abro el ojo. Miro el reloj: las nueve menos cuarto. ¡Las nueve menos cuarto!

-Joer, tú, qué tarde, llegas muuuuu tarde al curro...venga que te hago un café mientras te duchas...

En la cocina, la radio encendida, mientras se está vistiendo, el transistor marca las horas y el locutor dice:

-Son las ocho, las siete en Canarias

...

Y es lo mismo que cuando te encuentras algo de pasta en el suelo, o cuando se confunden y te cobran de menos...que te da una alegría traviesa...

Así que...ya que teníamos una hora gratis, nos hemos dedicado a aprovecharla bien.

1 comentario:

Rafa Gassó dijo...

ja ja ja!!!
muy bueno!!!