viernes, 24 de octubre de 2008

odio enroscado

He soñado con hadas escondidas que se descubrian cuando estornudaban, y me he despertado con ganas de llorar. Me he vuelto a quedar dormida, y al rato, montaba sobre los lomos de un Ocho gigante que me ayudaba a salir huyendo de algún sitio que no he logrado recordar. Justo cuando iba llegar, aún no sé a adónde, me he despertado sin ganas de volverme a dormir. Pero al final he vuelto a caer, he vuelto a dormir, he vuelto a soñar. He soñado con la casa llena de gente, y yo saliendo descalza y a medio vestir para que no me viera nadie, y en el momento que cerraba la puerta tras de mí, he vuelto a la realidad, a la penumbra de la habitación, a los ruidos conocidos de la calle. Después de una rotación de cinco vueltas hacia un lado y cinco vueltas hacia el otro, me he quedado dormida bocarriba, y he soñado con un invierno que se me clavaba en los ojos y con muñecos de nieve que de golpe empezaban a andar convertidos en focas de ciudad. Me he vuelto a despertar. Y ya no he dormido más.

2 comentarios:

pepita pulgarcita dijo...

¡¡qué ajetreo!!
..nena, a ver qué cenas te pegas, porque estás ultra creativa...
cómo va esa panza?
beijos!!

Rafa Gassó dijo...

ostias, como molan tus suenyos.
yo ya fumo tantos porros q no suenyo, o si suenyo lo hago despierto en este duermevela que es la vela cuando duerme.
ops.
como mola sonyar...