sábado, 10 de mayo de 2008

Destruyendo laberintos

Hasta los que parecemos más sencillos llevamos algún que otro laberinto interior.
En él nos perdemos, nos frustramos, nos agobiamos.

Esta mañana han llamado al telefonillo. Les he abierto y han subido en el ascensor. Eran unos cuantos agobios a los que, por falta de tiempo, o por ir a destiempo, tenía muy abandonados. He estado con ellos el tiempo que he podido antes de irme a trabajar. Les he escuchado y les he dado la razón. Esta noche he quedado. He quedado conmigo misma para contarme lo que me han dicho los agobios por la mañana y resolver. Cuando he vuelto a casa, a mi cita, los agobios seguían pululando por la cocina, el salón…y he pillado a uno recostado en la cama. Así que ahora estamos todos comiendo quicos y bebiendo vino, y tratando de organizarnos un poco.

Me falta el tiempo, me falta el destiempo. Que el tiempo se pare un tiempo, que no me da tiempo. Mi casa parece un zoo, pero un zoo abandonado. Montones diferentes en cada rincón. Montones de ropa en una silla, montones de pelusas en una esquina, montones de platos en la pila, montones de colillas en un montón de ceniceros, un montón de mierdecitas duras y negras que asoman en una bañerita rosa, montones de periódicos –un clásico en mi-, que esconden un montón de calcetines de colores cubiertos por un montón de pelos de gato. Como un atasco en hora punta. Atasco de llamadas sin hacer, de amig@s por ver, de pelis en la cartelera, de exposiciones en los museos, de paseos por dar, de notas por tocar, de gatuelos por acariciar y peinar…

Esta mañana mis agobios me han costado siete euros de taxi. Si no, no me daba tiempo a llegar al trabajo a una hora prudencialmente tarde. Y ya es tarde. Y los agobios están cansados y se van a dormir. Y yo también. Y espero que todo este caos haya agobiado a mis agobios y ya no estén por aquí dando el coñazo cuando me levante.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

le he dicho a mis bajones que llamen a tus agobios, que queden, que se cuenten todo lo que se tengan que contar, así nosotras nos quedamos un poco tranquilas y sacamos tiempo (en tu caso) y ganas (en el mío) para hacer todo lo que queremos hacer, te parece?

patadas dijo...

me parece

pepita pulgarcita dijo...

pues yo distraje mis pensamientos con bizcocho cubierto de café con brandy y de mascarpone con azúcar avainillada. y alguien sopló un 37 de cera sobre ese tiramisú. y con el plato vacío, rebañada la cuchara; me dí cuenta de que los agobios habían volado junto con las pelusas. gracias por esas recetas!